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Gripe rusa de 1977

Una cepa vírica de H1N1 causó la epidemia de influenza (flu) rusa.

Cepa de la gripe rusa
Cepa de la gripe rusa
La gripe rusa de 1977 fue una epidemia de gripe causada por la cepa A/USSR/90/77 del virus H1N1. No hay que confundirla con la pandemia de 1889-1890 también conocida a veces como "gripe rusa" (y que fue causada por una cepa H2N2 del virus de la gripe).

Esta epidemia de 1977 infectó principalmente a niños y adultos jóvenes menores de 23 años, debido a que una cepa parecida era frecuente en 1947-1957, por lo que la mayoría de los adultos tenían ya inmunidad.


Debido a una sorprendente similitud en el ARN viral de las cepas de los años 50 y de los años 70 (es poco probable que suceda en la naturaleza debido a la deriva antigénica) se especuló que el brote de los 70 se debió a un incidente de laboratorio en Rusia o en el norte de China, aunque esto fue negado por los científicos en esos países. La nueva cepa del virus fue incluida en la vacuna de la gripe del período 1978-1979.

En mayo de 1977 tuvo lugar en Tianjin (China), un brote de una cepa del virus H1N1 después de veinte años de su desaparición. En noviembre, la epidemia se expandió por la Unión Soviética (de la que tomó el nombre de "gripe rusa") y se extendió a Hong Kong. El virus de la gripe rusa resultó ser casi idéntico a los virus en circulación antes de 1957, especialmente a la cepa A/Roma/1949, por lo que generalmente se piensa que pudo ser liberada accidentalmente a partir de un laboratorio. Sin embargo, los virus de la gripe permanecen genéticamente estables en aves, de modo que el virus de la gripe rusa también pudo haber sobrevivido en ellas desde 1957 a 1977.

Desde 1977, han estado circulando por el mundo los virus H1N1, junto con el virus H3N2 de la gripe de Hong Kong de 1968. Los virus H1 y H3 pueden coexistir.

Los virus H1N1 en los seres humanos están cambiando aún lentamente a través de la deriva génica, por lo que la composición de la vacuna rara vez necesita ser cambiada.

Evolución de la epidemia


Estrictamente hablando, hubo una cuarta pandemia en el siglo 20, una cepa de H1N1 que apareció en 1977. Esta fue una pandemia "benigna", que afectó principalmente a las personas nacidas después de 1950, debido a que la población de más edad tenía inmunidad protectora derivada de la experiencia previa con las cepas del virus H1N1. La gripe rusa comenzó en mayo de 1977 (fecha en la que los virus H1N1 de la gripe fueron aislados en el norte de China), y se extendieron rápidamente causando la enfermedad epidémica en niños y adultos jóvenes (menos de 23 años) en todo el mundo.

Para enero de 1978, el virus se había extendido por todo el mundo. De noviembre de 1977 a mediados de enero de 1978, la población menor de 25 años en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas experimentó una epidemia generalizada de gripe leve (de ahí el nombre de "gripe rusa") causada por un virus H1N1 similar al virus que circuló por todo el mundo durante la década de 1950. Los brotes de gripe rusa se produjeron en poblaciones escolares y reclutas militares en los Estados Unidos a partir de mediados de enero. Muchos otros países notificaron brotes del virus H1N1 en el invierno de 1978.

Pronto se hizo evidente que esta epidemia de rápida propagación estaba casi totalmente restringida a personas menores de 25 años de edad. La distribución por edad se atribuyó a la ausencia de virus H1N1 en seres humanos después de 1957 y la dominación sucesiva posterior del H2N2 y luego de los subtipos H3N2. El virus de 1977 fue similar a otros virus H1N1 que habían circulado con anterioridad a 1957.

En 1957, el virus A/H1N1 fue reemplazado por el nuevo virus A/H2N2. Debido al momento de la aparición de estos virus, era probable que las personas nacidas antes de 1957 hubieran estado expuestas al virus A/H1N1 y haber desarrollado inmunidad contra el virus. Por lo tanto, cuando el H1N1 reapareció en 1977, muchas personas mayores de 23 años tenían algún tipo de protección contra el virus, y eran principalmente gente joven que se enfermaron de H1N1. Para enero de 1978, el virus se había extendido por todo el mundo, incluyendo los Estados Unidos. Debido a que la enfermedad se produjo principalmente en los niños, este evento no se consideró una verdadera pandemia. La vacuna que contenía este virus no se produjo a tiempo para la temporada 1977/78, sino que el virus fue incluido en la vacuna 1978-1979.

La cepa de la gripe rusa se esperaba que fuera predominante en la temporada 1978-79, pero una cepa ligeramente diferente llamada "gripe de Brasil" se convirtió en predominante. Las cepas de la gripe de 1978-1979 atacaron principalmente a las personas menores de 26 años. Sólo una pequeña parte de los mayores de 65 años y los enfermos crónicos mayores de 26 años fueron afectados. No sólo la gripe rusa no se convirtió en predominante como se esperaba, sino que también el grupo de población que se preveía que estuviera más afectado fue afectado con poca frecuencia. En base a la experiencia pasada, se esperaba que la gripe de 1978-1979 fuera más grave en los enfermos crónicos y las personas mayores de 65 años de edad. Sin embargo, la población afectada con mayor frecuencia fueron las personas menores de 26 años de edad, y las consecuencias de la enfermedad fueron generalmente leves.

Cuando la caracterización antigénica y molecular de este virus mostró que tanto los antígenos HA como los NA eran notablemente similares a los de la década de 1950, este hallazgo tuvo profundas implicaciones. No se entendía cómo era posible que el virus permaneciera relativamente sin cambios después de 20 años. Si se hubiera transmitido en los seres humanos, la deriva antigénica debería haber llevado a cabo muchos cambios después de dos décadas. La reactivación de una infección latente a largo plazo era una posibilidad, pero la idea entraba en conflicto con lo que se conocía sobre la biología del virus, en el que no se ha encontrado una fase latente. Se pensó que el virus podía haber permanecido en un laboratorio. Esto implicaba la experimentación oculta con un virus vivo, y tal vez con una vacuna. La mutación retardada y la estasis evolutiva consecuente en un huésped animal podían ser una posibilidad, pero ¿en qué huésped? Si una epidemia en toda regla se originó así, sería la primera en hacerlo en la historia de la virología moderna, y una situación muy diferente a la situación contemporánea con el virus H5N1 y su fase epizoótica prolongada. Por lo tanto, la respuesta final a la epidemia de 1977 aún no se conoce.